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Buscar el equilibrio, claves para apoyar el mantenimiento en el empleo.

Publicado el 26-03-2021

Este año 2021, también se cumplen 15 años de Finca El Cabillón, el proyecto empresarial que Fundación Edes puso en marcha para generar oportunidades laborales a personas con discapacidad en el medio rural.

En estos 15 años más de 80 personas han participado en actividades de formación para el empleo y más de 50 han tenido acceso al mercado laboral.

Corto el recorrido pero intensa la práctica. Con matices y algunas variaciones, la esencia se mantiene: las personas con discapacidad pueden ejercer su derecho de acceso al empleo siempre y cuando se les facilite la oportunidad y cuenten con apoyos para hacerlo.

Con esta premisa, Fundación Edes mantiene, desde el Servicio de Empleo y Formación, el ánimo por coordinar estrategias y aunar compromisos para que las experiencias de empleo sigan siendo exitosas y satisfactorias para las personas.

Cuando pensamos en el empleo de una persona con discapacidad, bien sea en un Centro Especial de Empleo o en otra empresa mediante Empleo con Apoyo, hemos de saber que es una situación que relaciona laboralmente a la persona con discapacidad y a la empresa, pero que implica también a la familia y a la organización que presta los apoyos.

Es clave el papel protagonista de la persona con discapacidad y fundamental el rol que juega la familia en todo el proceso de inserción.

Toda relación implica cambios. La relación laboral también. Cambia la responsabilidad de la propia persona empleada, cambia su papel en la organización, en la empresa, en la sociedad, en la administración y ha de cambiar también en la familia.

Esto implica también un cambio en el rol de la familia, que pasa a ser un elemento de apoyo clave para el éxito de la experiencia y que muchas veces será complejo de sobrellevar.

Algunas pistas para acompañar desde la familia:

  • Conocer qué implicaciones y compromisos adquiere la persona y apoyarla en el ejercicio de su responsabilidad hacia estos nuevos compromisos.
  • Pero, dejar autonomía a la persona con discapacidad, permitiendo un margen de error y que explore nuevas situaciones y experiencias. Asumir el error como parte del proceso de aprendizaje y de madurez, entendiendo que el propio error es una herramienta para el cambio y la transformación personal.
  • Y por último, comprometerse con algunas responsabilidades. Prestar apoyo especialmente en algunas competencias laborales que son de vital importancia dando ejemplo de esa importancia desde la familia. Las competencias y habilidades laborales que se hacen cruciales en cualquier relación laboral y también en la relación laboral de las personas con discapacidad, son todas aquellas que tienen que ver con el cuidado de la salud, el cuidado de la imagen personal, la autonomía en los desplazamientos o la gestión de la economía personal.

Se vuelve también fundamental, entender la relación familiar como un espacio de aprendizaje continuo, ante las nuevas responsabilidades en cualquier aspecto (salud, participación social, ocio, relaciones de pareja), favoreciendo desde la familia que puedan establecer sus propios objetivos y practicar como organizarse en su logro. En este proceso es fundamental mantener una comunicación fluida y constante con la entidad o asociación, en este caso la Fundación Edes, que facilita los apoyos a la persona con discapacidad.

Suele ser común a veces que la familia se involucre en la relación entre la persona y la empresa: gestión de vacaciones, turnos, relaciones personales, sin permitir el curso natural y el trabajo del servicio de apoyo al empleo. Por ello la coordinación estrecha entre ambos para potenciar la mejor experiencia de la persona y su desarrollo, es crucial.

En este sentido, desde Fundación Edes, queremos abordar estas cuestiones en un taller que esperamos compartir con las familias en los próximos meses y que seguro, nos ayudarán a profundizar en toda esta reflexión tan necesaria y fundamental.