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Con esto no contabamos

Publicado el 22-12-2020

Ya todas lo sabemos, no ha sido un buen año: la enfermedad, el estado de alarma, el confinamiento, la reducción de los círculos de apoyo, la imposibilidad de compartir el tiempo con las amistades, las pérdidas, el miedo de los y las mayores, el de las personas adultas trabajadoras ya sea como cuidadoras, como empleadas, como autónomas o como varias de estas categorías a la vez, el desconcierto de los y las adolescentes sobre su presente o sobre su futuro que ya venía incierto, y el de los más pequeños, niñas y niños que hablan de un virus desconocido como de un cuento de monstruos o una anécdota de la escuela…
Y en este maremágnum general, si nos dejamos, la propia vivencia nos ayuda a ponernos en el lugar de otras y otros. ¿Y si no aguantara en casa porque no lo entiendo, porque me genera ansiedad y porque mi ansiedad genera además ansiedad en otras personas que me lo hacen saber, aun cuando no puedo ayudarles?, ¿y si no puedo con esta mascarilla en la cara que, me roza la piel y me ahoga y no me ven la boca y por eso debe ser que no me entienden?, ¿y si necesito tocarte sobre todas las cosas para saber que estoy aquí pero te incomoda?, ¿y si aquella tarea de la escuela me relajaba y me divertía y me hacía sentirme bien y parte, con mis colegas, por qué me lo impides? . ¿y cuándo será todo como antes? …
Y esa misma vivencia personal nos ayuda a entender otras preguntas, ¿y si no voy a llegar a fin de mes y no puedo pagar la vivienda?, ¿Y si cierra la empresa, como cuido de mi familia?, ¿Y como pago ahora todo el dinero que invertí en abrir mi pequeño comercio?, ¿Y si no tengo donde confirmarme, quien me comparte un techo?
Y quizás hasta nos acerque a tantas imágenes de otras ciudades y otros pueblos, en guerra de años, sin casas donde confinarse, ni zapatos para calzarse…
Para nosotros y nosotras aquí en el occidente asturiano, no ha sido un buen año, pero aún podemos escribirlo, y si nos dejamos, quizás hasta seamos un poco más sabios.
Ojalá nos demos la oportunidad de aprender de lo vivido y el NUEVO AÑO nos traiga algunos abrazos de estos que ahora están prohibidos.