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La visión de un voluntario

Publicado el 27-10-2014

 “Es fundamental hacer las cosas por amor, más allá del término voluntario”

La “Compañía Ilusiones”, integrada por una decena de chavales vinculados a Fundación Edes, está iniciando nueva temporada de trabajo. Este grupo de teatro surgió del taller desde febrero de 2011 imparten como voluntarios Charlie Patillas y Yago González, los dos integrantes de “A pequena compañía de nenos enormes”. Hablamos con Charlie sobre esta apasionante aventura.

-EDES. Llevas años impartiendo talleres de teatro, pero es la primera vez que trabajas con personas con diversidad funcional ¿Cómo es la experiencia?

-CHARLIE. Nosotros estamos muy felices; es un placer trabajar con este grupo. Generalmente el grado de atención e implicación que tienen es mucho mayor, no hay que insistir tanto. Es maravilloso, sobre todo por la ilusión que te transmiten y que te impide caer en un trabajo mecánico. Siempre hay ganas de hacer, de escuchar y proponen muchísimo y eso te sorprende, es una maravilla.… Aunque la dinámica de trabajo es igual que en otros grupos porque al final tienes que trabajar con personalidades distintas, unas más vergonzosas, otras más expresivas…

-E. ¿Has aprendido algo?

-C. A valorar las cosas y dar importancia a todo lo que haces, a sacar la parte útil de las cosas. Te proponen una idea con tanta ilusión que dices ¿por qué no? Aprendes a romper los esquemas y a cambiar. Cuando impartes talleres de este tipo la lucha continua es no caer en la rutina, pero eso aquí no existe.

-E. ¿Cómo fue la primera actuación?

-C. La primera vez nos sorprendió mucho y quedamos alucinados con el resultado. Con la experiencia nos hemos dado cuenta de que es mejor no plantear el taller pensando en las actuaciones, lo fundamental es jugar a teatro porque así se disfruta más y estás menos limitado, después si surge algo lo vamos viendo.

-E. ¿Cómo funciona el taller?

-C. Nos reunimos durante el curso en sábados alternos y en sesiones de hora y media que se desarrollan en la Escuela de Música de Tapia. Ellos son los responsables del local y se encargan de coger y devolver las llaves. El grupo es muy variado, hay gente desde San Tirso de Abres hasta Navia, con lo que hacen un esfuerzo importante para desplazarse. Hay gente fija desde el primer año y otros que han ido incorporándose, para algunos el taller es uno de los vínculos que sigue uniéndolos con Fundación Edes.

-¿Por qué es importante ser voluntario?

-Pues porque es importante tener voluntad en la vida. Es fundamental hacer las cosas por amor, más allá del término voluntario. Además adoro el trabajo de Fundación Edes y por eso intento colaborar con ellos en todo lo que puedo. Es un ejemplo, un modelo de crecimiento, de construcción y reconstrucción continua. El centro presta un servicio inmenso a una comunidad muy grande y además da trabajo a mucha gente. Es una de las iniciativas que más peligro tiene si el proyecto de la mina de oro sale adelante.