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La visión de un voluntario

Publicado el 20-10-2017

Ismael Freire: "El proyecto de vida independiente requiere tiempo y compromiso, pero es muy gratificante"

La Fundación Edes dispone desde el pasado noviembre de una vivienda en La Caridad (El Franco) donde desarrolla un proyecto piloto de vida independiente, en el que cuatro jóvenes con diversidad funcional aprenden a vivir de manera autónoma e independiente. El lucense Ismael Freire, de 26 años y Educador Social de formación, es el voluntario que se encarga de ayudar y enseñar a estos cuatro jóvenes a vivir fuera del hogar familiar. Terminará su función el próximo mes de junio.

-¿Cómo conociste Edes?

-Lo conozco desde pequeño porque hace años tuve un primo que fue alumno del centro. Casualmente, la hija de una vecina está ahora en elcolegio Edes y fue ella quien me comentó que estaban buscando un voluntario para este proyecto. Estaba buscando trabajo pero no encontré nada, así que me pareció una experiencia muy bonita para vivir en este momento y además es un proyecto que me viene bien como formación.

-¿Qué te parece el proyecto?

-Este tipo de iniciativas son habituales en las ciudades, no en los entornos rurales. Con este proyecto los jóvenes del medio rural pueden probar la experiencia y encima en un entorno cercano. También me gusta que no se haya planteado como un proyecto asistencial, sino con la perspectiva de la formación, de que aprendan a vivir solos y en un futuro puedan independizarse.

-Vives con ellos en el piso de domingo por la noche a viernes por la tarde ¿Cuál es tu función?

-Parto de la base de que soy uno más del grupo y vivo con ellos como compañero. Es cierto que en el día a día les enseño a llevar una casa, hacer las tareas básicas y también a gestionar su ocio, pero teniendo claro que no soy el que manda en la casa, sino un compañero más. En definitiva, estoy con ellos, los acompaño y superviso el día a día para que todo funcione, la convivencia vaya bien y se cumplan las normas.

-Han pasado cuatro meses desde que comenzó el proyecto ¿se nota su evolución?

-Sí, hay bastantes cambios, ya empiezan a coger autonomía y también la iniciativa de proponer cosas.

-¿Qué te ha aportado participar en este proyecto?

-Es una experiencia que requiere tiempo y compromiso, pero es muy gratificante. Te exige estar pendiente de muchas cosas a la vez, pero he disfrutado mucho y ya me da pena pensar que me voy en junio. Me ha hecho evolucionar como persona y he aprendido mil cosas. Además, a nivel profesional me está aportando mucho y me está sirviendo para adquirir muchas herramientas.

-En junio otra persona te dará el relevo ¿qué consejo le darías?

-Es un voluntariado que exige mucho compromiso y responsabilidad, pero, sobre todo, le diría que rompiera con el estereotipo dela discapacidad. Aquí lo va a pasar muy bien y va a tener anécdotas para contar toda la vida. Al final, se trata de vivir con cuatro jóvenes con inquietudes como los demás, no hay tantas diferencias como la gente se piensa.