Ir al contenido

"No era consciente de las dificultades de las personas con diversidad funcional en su día a día"

Publicado el 19-10-2018

Carmen Menéndez, ovetense aunque con vínculos en el occidente asturiano, participó este verano como voluntaria en el campamento de verano que Fundación Edes organizó en Ferrol durante diez días. Esta actividad, junto a su experiencia de voluntariado en el piso compartido que la entidad tiene en La Caridad, le han servido a esta pedagoga de 23 años para cambiar sus prioridades y también reorientar su futuro laboral.

-¿Cómo conociste Edes?

-El año pasado vi una noticia en la que buscaban voluntarios para el proyecto de vida independiente de La Caridad y me puse en contacto con ellos. Estuve de voluntaria en el piso durante dos meses y medio. Fue una experiencia muy buena, pese a que era la primera vez que trabajaba con personas con discapacidad y tenía miedo e inquietud por saber si sería capaz de hacerlo. Fue fácil porque las rutinas estaban ya establecidas.

-El segundo contacto con el voluntariado de Edes fue con el campamento estival de este año ¿qué te pareció?

-También fue una experiencia positiva, aunque totalmente diferente a lo del piso. En este caso, se trataba de convivir diez días durante veinticuatro horas con nueve chavales. Es mucho más intenso, pero la verdad es que todo salió muy bien.

-¿Qué fue lo que más te sorprendió?

-La ayuda que se prestan unos a otros. Es algo que sale de ellos y la verdad es que son muy buenos compañeros. Me sorprendió lo conscientes que son de las carencias que tiene la persona de al lado.

-¿Lo más difícil para ti?

-El esfuerzo físico que hay que hacer con algunos chicos, caso de los que van en silla de ruedas. Tienes que saber cómo moverlos y tener fuerza.

-Estuvisteis en Ferrol haciendo un programa de actividades variadas ¿cómo os recibió la gente?

-Creo que está habiendo un cambio de perspectiva porque cada vez hay más niños con necesidades y la gente está abriendo los ojos. Antes había más prejuicios pero, aún así, queda trabajo por hacer.

-Y ¿en cuanto a las barreras arquitectónicas?

-Nos encontramos con barreras en edificios públicos en los que, por ejemplo, no había ascensor.

-¿Qué te aportó la experiencia?

-Me sirvió para conocer las dificultades con las que se pueden encontrar las personas con diversidad funcional en su día a día, cosas de las que no era consciente como, por ejemplo, hacer una cama. Te das cuenta conviviendo con ellos y te hacer replantearte muchas cosas.

-¿Edes ha cambiado tu perspectiva laboral?

-Cuando acabé la carrera quería ser orientadora de un centro educativo, pero ahora me gustaría trabajar en el ámbito social con personas con discapacidad.